19 abril 2007

Los acólitos

Ellos sí que son unos maestros.
Se puede aprender mucho de un acólito. Hacen la labor callada de la Hermandad, asisten a todos los Cultos de regla y los que no son de regla, también. Acompañan a sus Benditas Imágenes en todo momento, incluso en los malos. Y se dejan hasta la última gota de sudor, nunca mejor dicho, en la Procesión Eucarística.

La foto que acompaña es del Corpus de Torreblanca de 2006, donde llegaron a participar hasta 18 acólitos. Y me gusta esa foto y los comparo con maestros, pues el rojo de sus dalmáticas me recuerda al capote de un torero. Rojo de sacrificio, por su Hermandad; dalmática como símbolo de servicio y de sinónimo de capote: faena bien hecha.

Valga desde aquí las dos orejas y la vuelta al ruedo por estos hombres -niños o muchachos es poco para ellos- que, serios y silentes, caminan junto a Ellos.

El Camarlengo

Procesión Eucarística Mayo 2006









Sabado de Pasión 2006